Cuatro meses contigo

Hoy es el cumplemes de Bebita,

cuatro meses ya de su llegada a este mundo el 29 de junio.

Hace ya unas semanas os conté mi segundo parto y también su primer cumplemes con sus correspondientes cambios, que no fueron pocos. El tiempo pasa deprisa.

Es una bebé preciosa, que voy a decir yo que soy su madre, hermosota de tamaño aunque nació con 300 gramos menos que su hermana, pesa más que ella con éste tiempo, se ríe muchísimo y sobretodo con Raspilla, me encanta verlas juntas y aunque en ocasiones pienso que en vaya berenjenal me he metido por tener un segundo hijo, no me arrepiento. ¿Soy mala persona por pensarlo o una mamá un tanto agobiada?

No hace falta que le haga cosquillas para que me esboce una sonrisa, simplemente con mirarla ya me deleita con una y para escuchar una carcajada, la mordisqueo un poco por los costados y ¡olé! música para mis oídos.

Las comparaciones son odiosas, pero como es la segunda nena de esta casa es inevitable pensar lo que hace una que la otra no lo hacía y viceversa. Bebita es más dormilona que Raspilla, ni si quiera se molestaba en abrir los ojos durante el baño ni cuando lloriqueaba. Por el día mama más a menudo en tiempos más cortos pero por la noche me deja dormir más horas de seguido y suelta los gases estupendamente, igual que su padre, ¡vaya eructos!

Ahora está muy espabilada, se pasa el día agitando los brazos y piernas, sobretodo los brazos, parece que está apagando un fuego. Cuando llevas un rato con ella terminas agotada de todo lo que se mueve. La cabeza ya la sostenía desde muy pequeña pero ayer me sorprendió bañándola con su hermana cuando mantuvo la espalda bastante firme sentadita mientras la agarraba.

Bebita parece Eduardo manos Tijeras, le crecen muchísimo las uñas de las manos y los pies, no para de arañarme y cuando toma teta se cree que puede estrujarla y aunque es bebé tiene fuerza y me hace daño. Su hermana me avisa cuando le araña para cortárselas y le encanta quitarle las pelusillas de entre los dedos 😨

Es muy parlanchina, como salga igual que Raspilla voy a necesitar tapones, jejeje. Pese a que todavía es pronto para que le salgan los dientes, babea muchísimo y se lleva los puños a la boca. A mí me salió el primero a los cinco meses, ¡a lo mejor se parece a mí!

Y aunque cuatro meses es poco tiempo, pasa volando al referirnos a un recién nacido, cuando queremos darnos cuenta ya no son nuestros bebés pequeños, sin dientes y durmiendo la mayor parte del día. Qué penita da, ¿verdad?. Ahora entiendo a mis padres cuando me decían «De pequeña estabas para comerte y ahora me arrepiento de no haberlo hecho»