Sentimiento a flor de piel

Ayer después de comer estuvimos jugando un rato porque últimamente Raspilla ya no quiere dormir la siesta, entonces cuando a Bebita le tocó mamar nos fuimos un rato al sofá a ver un poco la televisión.

Había una película que iba sobre un bebé y en una escena lloraba un ratillo, pues ahí sucedió algo que no me esperaría por nada del mundo: mi Raspilla se puso a llorar.

– ¿Qué te pasa mi amor? – le pregunté.

– El bebé está llorando. – me dijo señalando la pantalla.

Yo la intenté explicar que era mentira, una película, pera ella sólo me decía que el bebé lloraba.

A mí se me partió el alma al verla con esa carita y me hizo recordar que cuando nació mi sobrina, a Raspilla le quedaba un mes para el año y medio y también le pasó en un par de ocasiones. Nos ibamos a pasear con mi hermana y la peque y al despedirnos, si se ponía a llorar, Raspilla se asomaba al carro y hacía pucheros señalándola.

Que sentimiento tiene mi niña, habrá salido a su madre, jejeje. que en las películas romanticonas y tristes siempre se me cae la lágrima. Recuerdo de pequeña que con el Rey León, en el cine, no podía parar. Y lo más gracioso es que a veces mentalmente me invento un final feliz si no me gusta como ha terminado, por eso las películas de guerras o basadas en hechos reales ni hablar, necesito el paquete de clinex a mi lado si las veo.

¿Qué os parece mi niña? ¿No es para comérsela? ¿Tambien lloráis con las películas?